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¿Qué esperan los clientes de un empaque?

Muchas veces, al diseñar el ciclo de venta de un producto, pensamos en distintas circunstancias en las que podemos sorprender al cliente para fidelizarlo con la marca: descuentos, una atención cuidada, cumplimiento de plazos de entrega, etc. 

Sin embargo, también sucede que muchas veces perdemos de vista que el correcto empaque de un producto también influye en la experiencia de recepción del mismo. Esto sin mencionar que el embalaje personalizado es garantía para la correcta protección del objeto.

¿Cajas reforzadas? ¿Exceso de cinta o de papel? ¿Productos desplazados de su lugar original a causa del movimiento? Estas son algunas de las situaciones típicas que se presentan cuando un empaque es estándar y no está pensado para un producto particular. Desde Ironpack te contamos qué esperan los clientes al recibir un producto.

- Esperan que el producto esté en perfecto estado y que le evitemos tener que realizar un cambio o un reclamo. Para eso, tal como mencionamos, el empaque tiene que ser capaz de asegurar que el producto esté protegido. El material elegido es clave: debe impedir las deformaciones, las abolladuras y debe ser impermeable. Es conveniente aclarar que el material no sólo debe ser resistente para proteger el interior, sino también en el contacto con el exterior: aunque el producto esté en buen estado, cuando recibimos una caja rasgada o arruinada, eso ya genera una mala impresión.

- Si se presentara el caso de que el producto no es el correcto o es necesario un cambio, el cliente espera que esté indicado cómo proceder en ese caso, facilitando la información.

- Si además de estar adaptado al producto, el empaque tiene alguna referencia personal a quien recibe el producto, el cliente no sólo estará satisfecho sino que además se sentirá más motivado a compartir su experiencia en redes sociales. Incluso, realizar un unboxing.

- Que el producto sea fácil de abrir: todo lo que dificulta acceder al producto, frustra el momento de recepción y genera malestar.

- Que el empaque no sea excesivo. Aquí es importante considerar que mientras más personalizado sea el embalaje, no sólo que será cómodo para el cliente, sino que habrá menos desperdicios y un mayor respeto por el medio ambiente.

- Por último, el empaque debe ser atractivo. En este caso, la solución es trabajar un empaque que ofrezca todas las condiciones de resguardo del producto y luego un packaging que trabaje la identidad visual.