Skip to main content

Errores clásicos al diseñar o elegir empaques

Elegir un empaque no es solamente elegir el medio en el cual se guardará nuestro producto. Al elegir un empaque, también estamos tomando decisiones vinculadas con la seguridad, la protección, el resguardo, la practicidad y hasta una experiencia positiva para nuestro cliente. Aún así, hay quienes creen que el empaque es el último eslabón, cuando en realidad debiera elegirse como “parte del producto”.

Desde Ironpack les contamos cuáles son los errores más comunes cuando se elige un empaque o cuando se diseña uno. ¡¡¡ Eviten cometerlos!!!

Reutilizar empaques
Si bien siempre buscamos optimizar el uso de recursos, desde Ironpack insistimos en la personalización de los empaques acorde al producto,. Reutilizar uno que fue previsto para un objeto de determinadas características puede provocar que no esté lo suficientemente protegido.

Utilizar un empaque inapropiado
Cuando decimos inapropiado, nos referimos a cualquier tipo de embalaje que no sea acorde al producto. Es decir, un empaque que no fue pensado para dicho objeto, de modo que quede grande o que no logre proteger su contenido, teniendo que apelar a otros “extras”.

Diseñar un empaque sin pensar en el producto
Esto sucede cuando se piensan ambas cosas por separado, en lugar de ambas en sintonía o en simbiosis. Un empaque que no tenga en cuenta el producto no será adecuado ni en material ni en proporciones, por lo cual, puede fallar en cuanto su función primordial que es la de proteger y contener.

Emplear relleno
Como usuarios nos acostumbramos a abrir una caja y sacar algunos bollos de papel antes de llegar al objeto. Nos acostumbramos sí, pero la idea es que un empaque “calce” perfecto con el producto.

Usar cinta para reforzar las esquinas
Cuando pensamos en reforzar un empaque, casi siempre se nos viene a la cabeza la imagen de la cinta adhesiva. Ahora bien, tratemos de dejar ese refuerzo cuando hacemos una mudanza, no cuando se trata de un envío a un cliente.

No identificar el empaque con indicaciones
El empaque puede estar bien diseñado, pero es preciso reconocer que aún le queda un trayecto por recorrer hasta llegar al consumidor final. Tenemos que prever entonces la logística y traslado, y en ese sentido, ayudar a quienes van estar a cargo de eso. Por eso, se recomienda siempre acompañar el empaque con indicaciones que ayuden y oriente: por ejemplo, frágil, no apoyar cajas arriba, mantener en posición vertical, etc.

No pensar en el usuario ni en las circunstancias de recepción
Siempre que se diseña es importante pensar en la tríada: objeto-empaque-usuario y tomar decisiones que favorezcan a todas las partes. Es decir, pensemos en el momento en que nuestro cliente recibe el producto o lo retira de un lugar: ¿lo puede manipular con comodidad? ¿hay tantos envoltorios que el cliente se agotó antes de llegar al producto? ¿el empaque facilitará que la experiencia de recepción sea agradable? En síntesis, siempre tenemos que pensar que le vendemos a alguien y ese alguien tiene que tener una razón para vovler a elegirnos.