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E-commerce y empaque: 6 claves para envíos exitosos

El mundo está cambiando y, en esta especie de “pausa global”, nos invita a repensar nuestro negocio y a asumir los nuevos desafíos. Sin dudas uno de ellos será revisar cómo entregamos nuestros productos. En muchos casos, el e-commerce venía pisando fuerte como estrategia de venta, pero es posible que cobre otro significado: quizás para  muchos ahora se trate de supervivencia, de la única posibilidad que tienen de ofrecer sus productos.

Es por esto que desde Ironpack les dejamos algunos consejos sobre cómo adecuar el empaque al e-commerce para lograr envíos eficientes.

1- Proteger los productos
El envío debe llegar y no debe ser devuelto por rotura o mal estado. Esto quiere decir que tenemos que tomar los recaudos para proteger nuestro producto de la manera adecuada.
Lo mejor es cuando proyectamos embalajes personalizados, que no sólo se ajustan al objeto sino que luego no requieren de refuerzos adicionales como bollos de papel de diario, papel burbuja o cartón.
En Ironpack ofrecemos la creación singular y única de embalajes a medida para cada objeto particular. De este modo, aseguramos la protección y resistencia de los empaques, optimizando también el uso de materiales.

2- Información clara y visible 
Para evitar “rebotar” con el paquete, es importante chequear que tenemos todos los datos antes de su despacho. A veces, nada más revisando la información que nos dejó el cliente, podemos darnos cuenta de que le faltó indicar un dato. En ese caso, aún estamos a tiempo de solicitar dicha información y evitar que el servicio de logística lo regrese. 

Como mejoras a implementar podemos crear formularios de contacto en la web con opciones claras e instrucciones sencillas, de tal manera de disminuir la ambigüedad. A veces es mejor crear un formulario que discrimine bien el número de la vivienda, departamento, piso y torre y no esperar a que el usuario recuerde que tiene que indicarlo.
Esa misma lógica podemos aplicarla al etiquetar el producto, de tal manera que la información necesaria quede a la vista y con letra clara.

Por otro lado evitemos el etiquetado “artesanal”, ese que hacemos con un papel y de puño y letra, paquete por paquete, ya que suelen inducir a error, especialmente cuando trabajamos con muchos pedidos en simultáneo.

3- Volumen del embalaje
Ser eficientes también significa mejorar nuestra estructura de costos y poder despachar una gran cantidad de envíos en menos viajes. Por un lado, esto se logra teniendo en cuenta el volumen del paquete que vamos a enviar, ya que nos indica cuánto espacio es el que vamos a ocupar. Esto se conoce como “peso volumétrico” y es considerado junto con el peso real (el que se expresa en kilogramos) en el costo del envío.

4- Cálculo de costos
Cuidar al cliente significa también que analizamos muy bien los costos de envío que elegimos la mejor alternativa, no la primera que encontramos.
Es muy importante que comparemos empresas de envíos y busquemos la mejor relación precio-calidad, de tal manera de no trasladar ese costo al cliente. Incluso podemos orientarnos a generar acuerdos con descuentos en envíos por cantidad.

5- El valor de la imagen
Al armar nuestro envío, no olvidemos que del otro lado hay alguien esperando con expectativa. Ese es un momento para no desaprovechar con nuestro cliente. Es por eso que no olvidemos que podemos añadir algo de “emoción” a la entrega con algún detalle: un mensaje personalizado, un packaging atractivo, o lo que consideremos adecuado a nuestra marca. Por supuesto, no olvidemos de reforzar nuestra presencia con los elementos “obvios” como logo y datos de contacto.

6- Seguimiento del envío
Nuestra tarea no se acaba una vez que entregamos el paquete a la empresa de envíos. Aún tenemos responsabilidad ya que tenemos una promesa de marca por cumplir. Es por eso que es conveniente realizar un seguimiento acerca del estado de los envíos para decidir sobre su eficiencia. Es conveniente que llevemos un análisis de los envíos exitosos, de los que tuvieron demora y los fallidos, y de esta manera, poder decidir cuál es la mejor estrategia a seguir.
En el caso de envíos con demoras o fallas, siempre tenemos que tener una política de compensación con el cliente, y darla a conocer antes de que se presente el problema. Esto habla de la seriedad y responsabilidad que asumimos como empresa.